Ramsés II

 

Ramses II

RAMSES II

Ramses II es considerado uno de los más grandes faraones de la historia de Egipto. Perteneció a la dinastía XIX y sucedió a su padre Seti I. Su reinado fue de muy larga duración, aproximadamente unos sesenta y siete años. Es muy posible que siendo muy joven, participara junto a su padre en la campaña de Nubia contra los Irem. Cuando Ramses II accedió al poder, estableció una triple capitalidad: la capital administrativa (Menfis), la capital político-religiosa (Tebas) y la residencia real (Pi-Ramses).

En el aspecto interno, Ramses II mantuvo el equilibrio con el clero. De hecho, los grandes sacerdotes de Amón en Tebas aumentaron su poder e influencia, convirtiéndose casi en un segundo monarca. 

Se cree que a los pocos años de comenzar su reinado; tuvo que hacer frente a las incursiones de los piratas sherden, en la costa del delta del Nilo. Sin embargo, el conflicto más destacable que tuvo que afrontar durante su reinado fue el que le enfrentó a los hititas. Egipto tenía un enorme interés por controlar la región de Siria, sobre todo los territorios perdidos en la zona central. Egipto pretendía explotar sus enormes recursos naturales y aprovecharse de su privilegiada situación para controlar el comercio de la región. Por otra parte, el control de estos alejados territorios era esencial para asegurar sus propias fronteras. Ramses II movilizó a su ejército con el objetivo de recuperar la región. Logró avanzar hacía el norte sin apenas resistencia hasta llegar a Qadesh. La batalla que tuvo lugar allí no tuvo un claro vencedor. Ambos ejércitos se atribuyeron la victoria. Egipto no conseguiría avanzar posiciones y sólo años después recuperaría el control sobre Siria.

Tras reconquistar territorios en Siria, Ramses II sellaría la paz con los hititas mediante el Tratado de Qadesh. Este pacto rubricaba la amistad entre egipcios  e hititas. También acordaba el matrimonio entre Ramses II y la hija de Hattusil III rey de los hititas. El Tratado de Qadesh se considera el primer tratado de paz de la historia. Tanto hititas como egipcios, dejaron constancia del tratado mediante inscripciones. Los hititas lo hicieron mediante unas tablillas en escritura cuneiforme. Los egipcios describieron la batalla y el Tratado de Qadesh en diversos muros de los templos de Egipto. Como por ejemplo en Karnak. Aunque hay que destacar que los egipcios exageraron el relato de la batalla a su favor.

No obstante, estas fuentes arqueológicas han aportado valiosos datos sobre la batalla de Qadesh y dicho tratado.El monarca egipcio también llevó a cabo acciones militares contra Moab, Edom, Negeb y las tribus libias que pretendían penetrar en el delta del Nilo.

Ramses II desarrolló una intensa labor de construcción. Destacando el templo de Abu-Simbel, templo funerario de Luxor, diversas construcciones en Karnak, la tumba de su esposa Nefertari y su propia tumba en el Valle de los Reyes. Esta obsesión por construir majestuosos templos se debe en gran medida al carácter megalómano de Ramses II. Esta característica de la personalidad de Ramses II, nos ha llegado gracias a los escritos del historiador griego Diodoro Siculo. Para embellecer su corte, Ramses II explotó las minas de turquesa del Sinaí y las de oro de Nubia. La intención de este faraón era que su reinado fuera recordado como el más fastuoso de la historia de Egipto. Ramses II tuvo 96 hijos con aproximadamente 200 esposas. Entre ellas la mencionada Nefertari y la princesa hitita. 

La momia de Ramses II es una de las mejores conservadas del Imperio Egipcio. Esto es debido a las optimas técnicas de momificación que se habían alcanzado en la época de Ramses II. Debido al excelente estado de conservación, los arqueólogos han descubierto interesantes datos sobre este faraón. Los análisis han datado la muerte de Ramses II a los 96 años. También se sabe que tenía el pelo rojizo y que sufrió artritis y otras enfermedades. En  los últimos años de reinado Ramses II padeció una gran decadencia física debido a su longevidad. Esto afectaría gravemente al gobierno de Egipto ya que las fronteras se fueron descuidando y el ejército redujo su capacidad militar.

Pedro Martín Gormedino